top of page

MADRES LUCHANDO CON LA INJUSTICIA: MIRADA PLANTEADA EN LA FICCIÓN


Por: Oswaldo H. Rodríguez


Acercándose el 10 de mayo, parece accesible detenernos a entablar el asunto de las vías heterogéneas de la industria del cine con relación a la festividad del Día de las Madres. Para ello, se propone en este artículo dos películas que hacen relación con madres en busca de justicia. Con el objetivo de acaparar las ideas de las injusticias, se prevé que la estructura de los filmes idealice un órgano factible para hacer juicios de valor de lo planteado.


Three Billboards Outside Ebbing, Missouri (Dir. Martin McDonagh, 2017)


¿Hasta dónde puede llegar una madre para encontrar justicia?


Frances McDormand interpreta a una madre quien después de perder a su hija en un trágico percance, decide emprender su lucha con la policía de la ciudad, montando tres carteles publicitarios culpando en especial al Sheriff del distrito, por la incompetencia de las autoridades que él lidera. Al enterarse de esto, miembros de la ciudad, ademanes de la policía y su propia familia se ponen a la defensiva. Cada personaje es centro de atención en el film, pero pararemos en Mildred (la protagonista), pues es el resultado de una mujer en contra de un sistema patriarcal que limita su verdadera causa, en especial, porque al buscar justicia para su hija, en el camino pone en evidencia -haciendo énfasis- el mal manejo de las autoridades sobre estos temas, citando textualmente una de sus frases: “en el tiempo que tardó en llegar a mi casa (refiriéndose al Sheriff), el hombre que asesinó a mi hija debe estar haciendo lo mismo con otra niña”.


En el reflejo de la búsqueda de la justicia y cómo podemos reaccionar cuando no la encontramos; es más, cuando sospechamos que nunca podrá llegar, Three Billboards Outside Ebbing, Missouri, es una catarsis de historias sin final. Lamentablemente, el 66% de las violaciones y el 33% de los asesinatos quedan sin encontrar un culpable. Por ello, la película misma termina en la nada, sucede mucho, pero poco de lo acontecido le sirve a Mildred para su causa, y el efecto que causó el evento devastador, es mucho más grande, la acoja y no le permite pensar sus acciones.


Un valor intrínseco de la película de McDonald es su visión de los conflictos que se generan alrededor de Ebbing, Missouri –ciudad ficticia creada para denunciar el apego de los problemas sociales que presenta el estado- tiene muchas dimensiones. No es valiosa simplemente por elegir fragmentos de las realidades, sino por cómo las disecciona; no busca cerrar capítulos, no busca dar respuestas fáciles como lo hacen ciertas películas norteamericanas. Three Billboards Outside Ebbing, Missouri habla de un episodio, ficticio claro está, pero lo hace desde el presente, involucrando acciones tomadas que causan revuelo e incertidumbre. Más allá de mostrar una sensibilidad ante una madre, deja que sea la y el espectador(a) quien saque sus propias conclusiones.


Sin señas particulares (Dir. Fernanda Valadez, 2020)



El estreno de Sin señas particulares, la ópera prima de Fernanda Valadez, se estrenó durante el Festival de Morelia de 2020 en salas y en línea simultáneamente. Dos días antes se hizo público el hallazgo de la fosa clandestina más grande que se ha encontrado en Guanajuato por parte de grupos de buscadores independientes, estado donde se desarrolla y fue filmada buena parte de la película.


Duele la coincidencia. Y duele más saber que no es precisamente coincidencia que situaciones como las narradas en la película perturben a cientas, o quizás, miles de madres que deben pasar ese proceso tan cruel de tener que encontrar a sus hijas e hijos. Un infierno viviente como la cinta lo plantea.


Las primeras secuencias de la película presentan a Jesús comentándole a su mamá Magdalena –alusión de nombres religiosos, pero que es común en el país- su partida a EUA, para luego rematarnos con un interrogatorio fiscal donde, de nuevo, la incompetencia de las autoridades, ahora mexicanas, pretenden dar a su hijo muerto. Más adelante, la propia Magdalena, a punto de firmar los papeles, se encuentra con una madre quien ha sufrido lo mismo, y en el meollo del asunto, la fiscalía le ha entregado un cuerpo que no se puede identificar. Ella aconseja (entre lágrimas y resignación) a Magdalena seguir por su propia cuenta la búsqueda de su hijo. Los casos de familiares que acuden a fiscalías y abren carpetas de investigación que acumulan polvo son tan normales como las desapariciones mismas. O sea, nada normales, pero que se aceptan como cotidianas.


Magdalena en su valentía y lucha emprende el viaje hacia un México que desconoce formas y estructuras. Con el paso del film, vemos las situaciones que sobrellevan hasta el cansancio a la madre, muchas preguntas y pocas respuestas. En todos lados, le sugieren lo mismo y hasta le advierten que ande con cuidado: “las cosas no están como para andar hablando con desconocidos [...] usted no sabe quién la puede escuchar”, le dice una empleada en la central de autobuses.


En su último acto, Sin señas particulares introduce a Miguel (David Illescas), un joven recién deportado de Estados Unidos, donde ha vivido cinco años. Miguel es el paralelo de Magdalena, él busca a su mamá. La cinta lo presenta cuando es expulsado y la cámara lo sigue de espaldas mientras cruza las muchas puertas que lo llevan de vuelta a México. Así suele filmarse a personajes que corren peligro; Valadez toma esa convención frecuente en el cine de horror y refuerza la vulnerabilidad de Miguel con un score de cuerdas graves que igual comunican riesgo. La paradoja es amarga: un joven vuelve “a casa”, el lugar más inseguro del mundo.


Nada nos prepara para el desenlace de Sin señas particulares. Congruente con el resto de la narración, ocurre en una escena breve pero de efecto interminable. Es el único cierre posible para una historia que, como tantas otras en México, sigue la lógica de la desesperanza: por cada escenario terrible, cabe imaginar uno peor.


133 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Dedicados a la enseñanza artística y cultural

Visítanos en calle Circunvalación Pte. 1154, Col. Jardines del Moral

Mayor información al 477 773 54 13.

© 2022 Centro Cultural San Gabriel

  • Instagram
  • Facebook
  • LinkedIn
bottom of page